Un puente sobre el abismo.
Escrito por Elena G. de White
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14: 6).
Cuando Jesús dijo: "yo soy el camino, y la verdad, y la vida", pronunció una verdad de significado admirable. La transgresión del hombre había separado a la tierra del cielo, y al hombre finito del Dios infinito. Como una isla se separa de un continente, así la tierra fue apartada del cielo y un gran canal quedó entre el hombre y Dios. Jesús salvó ese abismo, e hizo un camino para que el hombre fuera a Dios. El que no tiene luz espiritual, no ve el camino, no tiene esperanza; y los hombres han originado teorías propias acerca del camino de la vida... Pero Jesús es el único nombre dado a los hombres por el que pueden ser salvos. A través del abismo provocado por el pecado vienen las palabras de Jesús: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida".
No hay sino un Mediador entre Dios y el hombre... Tan sólo Cristo es el camino, la verdad, la vida; y el hombre puede ser justificado sólo mediante la imputación de la justicia de Cristo. El hombre es justificado gratuitamente por la gracia de Dios mediante la fe, y no por las obras, para que nadie se gloríe. La salvación es el don de Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor....
Después de que el enemigo había hecho pecar a Adán y Eva mediante engaños, quedó cortada la relación entre el cielo y la tierra; y si no hubiera sido por Jesucristo, el camino al cielo nunca más hubiera sido conocido por la raza caída... Cristo es la escalera mística, cuya base descansa sobre la tierra y cuyo peldaño superior llega al trono del Infinito...
Cristo dijo: "El que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá y hallará pastos" (Juan 10: 9). Alégrese la tierra, regocíjense los habitantes del mundo porque Cristo ha salvado el abismo abierto por el pecado y ha unido a la tierra con el cielo (Review and Herald, 11-11-1890). 85