Andar con Dios.

Escrito por el Pr. Alejandro Bullón.

"Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó Dios. Génesis 5:24."

Algunas veces oí la historia de Enoc contada para los niños de una manera diferente. Ellos dicen que Enoc y Dios eran muy amigos. Andaban, caminaban, ugaban y dormían juntos. Pero Enoc era muy dormilón, y Dios siempre tenía que despertarlo con un codazo mientras le decía: "Despierta Enoc, que ya es muy tarde". Entonces ambos saltaban de la cama, se cepillaban los dientes y, después de tomar el desayuno, salían juntos como siempre. Corrían por los campos, nadaban en la laguna, buscaban frutas, charlaban, descansaban debajo de los árboles y, cuando el sol empezaba a ocultarse, Enoc le decía a Dios: "Señor, ya es tarde, volvamos a casa". Y los dos volvían y dormían juntos para recomenzar todo al día siguiente.

Un buen día, Dios despertó a Enoc y le dijo: "Mira cómo brilla el Sol; parece que hoy será un día diferente".

Se levantaron y comenzaron las actividades de siempre, pero ese día anduvieron más que nunca, distraídos con la maravillosa comunión en que ambos vivían. De repente el Sol comenzó a ocultarse, y Enoc dijo: "Señor, ya es tarde, tenemos que volver". Pero Dios respondió: "Hijo, hoy anduvimos tanto que mi casa está más cerca que la tuya. ¿Qué te parece si hoy vamos a mi casa?" Y ese día Enoc desapareció, porque Dios lo llevó a su propia casa.

Aunque contada para los niños, esta historia nos muestra de manera simple la belleza y la sencillez del cristianismo.

El cristianismo no es nada más que vivir una maravillosa experiencia de comunión y compañerismo con Jesús. Hacer de él el centro de nuestra vida. Relacionar todo conél. Permitir que participe de nuestras tareas y activdades diarias. Hacer de su presencia algo real, como ese muchacho que le pidió a su padre que se acostara del otro lado porque Jesús estaba acostado de su lado derecho.

Está comenzando un día más. ¿Por qué no hacer de él un día diferente? ¿Por qué no hacer de la presencia de Cristo una presencia viva?

¿Cómo? Conservando un cántico en el corazón, relacionando todo con Jesús y aprovechando cualquier oportunidad para hablar a otros del amor de Cristo.