Ojos llenos de gracia.

Escrito por Mark Finley

"Alumbrando los ojos de vuestro entedimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos". Efesios 1:18.

Un remate vía internet, realizado en el otoño de 1999, captó la atención de los medios de comunicación. El Times de Los Ángeles publicó un reportaje al respecto. No era un remate de joyas clásicas, autos deportivos o música de años anteriores. Se remataban los óvulos de ocho de las modelos más hermosas del mundo, óvulos que cuando fueran fertilizados podrían convertirse en hermosos bebés.

He aquí la historia. Un fotógrafo de modelos de California había comprado los derechos de los óvulos de las modelos. Las parejas interesadas podrían ver a las modelos en la página electrónica del fotógrafo. Él sabía que podía rematar esos óvulos a precios bastante elevados. Las ofertas comenzaron en 15,000 dólares y se esperaba que llegaran tan alto como 150,000 dólares.

Nuestra sociedad mira lo externo. Valora las apariencias hermosas. Un remate como éste valora a los seres humanos basaddos en su belleza externa. Implica que los que no son tan hermosos no son valiosos. Es lo opuesto de lo que enseña el Nuevo Testamento.

Quizá usted no se haya percatado, pero su Padre celestial le adjudica a usted un enorme valor. Pero él no lo valora basado en su apariencia, su cuenta bancaria o su cargo.

Dios mira su corazón. Él miró su corazón cuando dio a su único Hijo, y estuvo dispuesto a pagar un precio infinito por usted.

Pedro escribió: "Sabiendo que fuisteis rescatados... no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1Pedro1:18, 19).

Dios le otorgó un precio infinito cuando Jesús puso su vida por usted. Él lo hizo porque miró en su interior. El vio algo digno de redención. Vio a alguien que podría convertirse en un hijo de Dios. Él vio a alguien que podría convertirse en una nueva creación.

Sólo recuerde esto. Recuérdelo cuando reaccione encontra de otras personas. Recuerde que Dios lo ha tasado a un precio infinito. Mire a los demás de la forma en que Dios ha elegido mirarlo a usted. Vea su potencial. Vea lo que realmente importa. Dios ha colocado un valor incalculable en usted. Lo valora a usted más de lo que posiblemente se puede imaginar, y lo valora por quien usted es, no por su apariencia. Esto debiera llenar nuestros corazones de ánimo.